El edificio religioso más destacado de Argoños es la iglesia parroquial del Salvador, ubicada en la falda del monte Brusco. Se trata de una construcción de una nave, con coro a los pies que comunica con la torre y capillas a los lados. Una de ellas se abre en la epístola y está dedicada a Santa Catalina. Las otras dos están situadas en el evangelio: una de ellas se considera que perteneció a la cofradía del Rosario y la otra, dedicada a San Sebastián, era propiedad de los Venero, linaje procedente de Arnuero. El origen del templo se remonta a un monasterio documentado en el año 1084. La construcción actual fue levantada en el siglo XVI, ampliada y profundamente reformada a lo largo del XVII. En el exterior sobresale su portada clasicista, levantada a comienzos del siglo XVII y resguardada por un amplio pórtico del XVIII. El templo ha sido despojado de la mayor parte de los objetos artísticos muebles que custodiaba. Del interior destaca un gran fresco de 9 x 7 metros que representa el episodio evangélico de la Transfiguración de Cristo, realizado sobre el testero de la capilla mayor por el pintor cántabro Fernando Calderón en 1961.
Datos extraidos de aquí.