Se comenzó a construir a mediados del siglo XVI, siendo rematada ya en el siglo XVIII, bajo el patronazgo de la familia Setién Salazar. Presenta nave única de tres tramos, coro alto y torre adosada a los pies. En la fachada meridional aparece un pórtico sencillo. Fue realizada en sillarejo, si bien aparece sillería de piedra de buena factura en los contrafuertes, los ángulos de la torre y el campanario.
La parte más antigua e interesante del edificio es el ábside, de mediados del siglo XVI. 
El mismo posee planta cuadrada, con contrafuertes angulados en los esquinales. Por el interior, se abre por un gran arco toral apoyado sobre dos medias columnas. Se cubre con una bóveda de crucería de cinco claves, la central labrada con el jarrón de azucenas, emblema de la diócesis de Burgos. Recientemente se descubrió un retablo pintado de 1569, realizado con la técnica denominada “fresco seco”.
Muy importante es el retablo mayor, de estilo churrigueresco, realizado a principios del siglo XVIII por maestros del Taller de Cudeyo.
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Pequeña ermita de carácter popular de la que apenas existe información previa a los inicios del siglo XIX, cuando aparecen las primeras noticias sobre la misma que nos informan sobre sucesivas reparaciones del edificio. Debido a unos intensos aguaceros, en el año 1963, se derrumbó el edificio, en la actualidad está prácticamente derruída.
Presenta una planta muy sencilla de nave única rectangular, con cubierta a dos aguas y un pórtico de entrada. En el remate del tejado hay una pequeña espadaña con tronera en arco de medio punto, culminada por una cruz.
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