Iglesia rupestre de la Virgen del Carmen
La iglesía rupestre de Cadalso se encuentra en la carretera que cruza Valderredible dirección Orbaneja del Castillo. Estámos muy cerca de la colegiata de San Martín de Elines, de la cascada del Tobazo, de la iglesia rupestre de Arroyuelos. Sorprende en un primer momento lo cerca que está de la carretera, casí pegada.
A diferencía de otras rupestres esta muy accesible, muy cerca del río Ebro, sobre un roquedo de roca arenisca sobre el cúal se excavó esta solitaría iglesia. En su entorno cercano hay una fortaleza-Torre que esta muy abandonada a pesar de ser Bien de Interés Cultural, la iglesía también fué declarada BIC en 1983.
Actualmente es la única junto a Santa Mª de Valverde donde se ofrece culto, el 16 de Julio se celebra la Virgen del Carmen y en ocasiones se celebra alguna misa encargada por algùn devoto. Inicialmente parece que estuvo advocada a San Cipriano más acorde con la iglesía primitiva.
Es una iglesía mucho más pequeña que las de Arroyuelos o San Miguel de Presillas, hemos de recordar que todas las iglesías rupestres eran pequeñas pues pertenecían a eremitorios y se excavaban para atender a un reducido número de anacoretas. Más tarde muchas de estas iglesías fueron ampliandose para dar paso a una cristianización masiva, los anacoretas se fueron extinguiendo.
Al llegar no podemos entrar en su interior porque desde la última remodelación en 2003, por cierto bastante pólemica para algunos, se puso una puerta que impide el paso. Una de las pólemicas es un campanario que hasta 1970 estuvo sobre una repisa tallada encima justo de la puerta. Más tarde fué trasladado al entorno del templo donde ha permanecido un tercio de siglo hasta que en 2003 fué eliminado.
Como en la mayoría de las iglesìas rupestres del entorno nos encontramos con una necrópolis e incluso algunos lugareños comentan que cuando se construyo la carretera se eliminaron algunas tumbas. Justo encima de la nave del templo hay una tumba antropomorfa y un poco más distante encontramos una tumba excavada sobre el lateral de un corte del roquedo, a modo de cueva.
Las remodelaciones no deben apartarnos de su origen y primitivismo y situarnos en el entorno del Ebro, en ese flujo de gente que iba recorriendo su orilla y aportando la cultura a estos entornos, en todos esos anacoretas que se fueron instalando y comenzando a evangelizar la zona, en su austeridad y sencillez para labrar estos roquedos.
Podemos parar en nuestro transito hacía el Tobazo o Orbaneja en esta pequeña muestra del rupestre, podemos reposar un poco en el entorno y luego continuar nuestro viaje hacía donde vayamos. Su ubicación y su tamaño la hacen distinta a las otras, la puerta nos impide entrar pero un alto en el camino se merece.
Datos extraídos de aquí.
Localízame en el mapa.